La máscara es uno de los recursos más utilizado por los individuos para defenderse de un sistema social que lo traiciona e infravalora por no cumplir las expectativas de homogeneización. Por esta razón, Granados la reivindica como mecanismo de defensa en la serie Con máscara necesaria; “mentirijillas piadosas” que devuelven una cierta dignidad, un lugar de descanso, la posibilidad de crear una identidad que, si bien no es del todo real, facilita la convivencia al servir de escudo protector ante la depredación social. Frente a las opciones limitadas y dirigidas por patrones estrechos, parece lícito construir caretas que minimicen las fricciones. Pero también alerta de las consecuencias nefastas que acarrea: se eterniza un sistema de relación que no funciona, se perpetúa la mentira de una sociedad artificial, produce descontento e insatisfacción.
Susana pardo.
.
.